Los influenciadores son un eslabón en la relación de las marcas y entidades con sus usuarios, clientes o seguidores, ya establecidos en el mundo del marketing y comunicaciones.
Ellos poseen una credibilidad y atractivo imposibles de despreciar sobre todo por el fenómeno de que sus mensajes, se imponen en medio de la vorágine diaria a la que los usuarios se ven enfrentados en las redes sociales.
La cuestión para las marcas, es cómo a través de ellos, se puede establecer contacto con los públicos sin afectar la reputación del influenciador y obteniendo un retorno claro.
¿Qué saber para que un influenciador nos sirva?
Lo primero que debemos determinar, es el objetivo y el público que queremos alcanzar. Podríamos ya identificar influenciadores a los cuales contactar. Sin embargo, antes de eso, cuestiones como el presupuesto disponible, la estación, la duración de la campaña, el rol del influenciador y las otras herramientas que utilizaremos, deben resolverse también. Hecho eso, podremos elegir quién será nuestro rostro. No obstante, no debemos alentar en nuestro plan, la idea de que un influenciador es un “ábrete sésamo” de puertas. Sólo funcionará en la medida que cumpla una determinada acción la que comunmente suele ser de gatillador, quien avale un mensaje o respalde un producto en la práctica.
Puedes contactar con influenciadores mediante Klout, Peerindex, Circloscope, Twtrland y Trolldor, por citar algunas.
Chiste repetido…
Sumamente importante, es conocer qué ha hecho ese influenciador. Si todas las semanas sale con un cartelito promoviendo un nuevo hashtag, te estará cobrando basado en su alcance. Sin embargo, ese mensaje no penetrará tanto como pudiese, debido a la reiteración de la forma.
Es clave estudiar cómo desde sus gestos, palabras, modos, entorno, etc., él puede interpretar y difundir nuestro mensaje. La riqueza del influenciador se basa en su individualidad. En su forma inédita, única o característica de reaccionar y de relacionarse con su entorno. Identificado aquello, se puede proponer una idea. Pero, tampoco es recomendable pautéarsela estrictamente. Mejor, es conversarla y que él la adecue, internalice y ejecute. En ese ejercicio aparecerá la magia que lo tiene convertido en un semidios ante cierto segmento.
Influencer no es lo mismo que famoso o reconocido.
Un influenciador es una voz experta. Alguien que sabe pero que además, conoce cómo expresarlo. Una voz que nos inspira, admiramos y seguimos porque es a la vez auténtico y especializado en cierto campo.
Un influenciador lo es sólo en su propio entorno de especialización y nativo de las redes sociales. Puede ser reconocido e incluso famoso por ello y aprovechar esa fama para difundir mensajes ajenos a su experticia. Sin embargo, su nivel de penetración será menor e incluso someterse a esa dinámica, le restará crediblidad y la marca resentirá en eficacia su asociación con él. Su valor está en su capacidad de influir en las decisiones de x nicho. Sus palabras, mensajes, imágenes y opiniones son tomadas como referencia.
Influenciadores: Considera la difusión y la importancia de la campaña
Si elegiste trabajar con un influenciador es porque buscas penetrar en un segmento, fidelizarlo o atraerlo. Como sea, lo estás usando porque tienes un problema de alcance o de relación y aunque el influenciador propicie solucionar tu problema, debes considerar prespuesto para promocionar el mensaje y entender que él también sabe lo que vale y te lo cobrará. Por ello, es mejor establecer relaciones duraderas. Campañas decisivas y con objetivos no solo orgánicos son las más recomendadas para incluir influenciadores en tu estrategia.
Fuentes:
Cómo decidir qué influencer es el que mejor encaja con tu campaña y estrategia de Marketing
Qué es un influencer y qué aporta a tu estrategia de Marketing